Estar en una relación amorosa reduce la presión arterial

Una investigación reciente confirma que las parejas felizmente casadas se mantienen más saludables en comparación con otras personas. Un matrimonio satisfactorio puede hacer que su presión arterial baje, lo que hace que su corazón sea más saludable. La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, se ha relacionado con numerosas afecciones de salud, como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Según este un estudio en el que participaron 204 hombres y mujeres casados y 99 solteros, el simple hecho de estar felizmente casado contribuye a la presión arterial baja. Pero el estudio sugiere que las personas solteras son más saludables que sus contrapartes casadas infelizmente. Entonces, estar casado “per se” no es beneficioso por sí solo, sino que lo que cuenta es la satisfacción y el sentimiento de bienestar asociado a la relación.

La discusión constructiva

Puede parecer contradictorio, pero una relación feliz no es necesariamente una relación totalmente libre de conflictos.  La forma en que usted y su cónyuge discuten puede tener un impacto significativo en el futuro de su relación.

Los investigadores en el área han encontrado que las parejas que muestran «comportamientos destructivos» (gritar, insultar y criticar) tienen más probabilidades de separarse. Pero cuando ambos miembros de la pareja muestran «comportamientos constructivos» durante el conflicto, tienen mayores posibilidades de permanecer juntos. Ejemplos de este tipo de comportamientos incluyen decir cosas agradables, discutir los problemas con calma y escuchar activamente.

La ciencia respalda esto. Un estudio encontró que las parejas felices no discuten menos que las parejas en dificultades, pero sí discuten de manera diferente y constructiva. Las parejas felices tienden a ser buenas resolviendo problemas en sus disputas, evitando al mismo tiempo los «intercambios negativos y coercitivos». En otras palabras, el problema no es discutir, el problema es que la mayoría de nosotros no sabemos cómo «hacerlo bien».