Los estímulos sexuales hacen que las personas sean más impulsivas, especialmente los hombres

Pensar en sexo o ver imágenes y eventos asociados con el sexo (por ejemplo, imágenes sexuales o estar con una persona que nos atrae sexualmente) inicia una serie de cambios fisiológicos que nos preparan para la actividad sexual.

Los sentimientos están fuertemente asociados con las acciones. Cuando una persona está feliz, tenderá a moverse, acercarse a otras personas, bailar, cantar o realizar otras acciones que asociamos con la felicidad. En cambio, cuando están tristes, las personas tenderán a ser retraídas y mucho menos activas. Esta correlación entre emoción y comportamiento no sólo es evidente en los humanos sino que también se manifiesta en los mamíferos y muchos otros animales, con claras similitudes.

Los estudios han demostrado que pensar en sexo o ver imágenes y eventos asociados con el sexo (por ejemplo, imágenes sexuales o estar con una persona que nos atrae sexualmente) inicia una serie de cambios fisiológicos que nos preparan para la actividad sexual, pero también conduce a emociones fuertes que alteran cómo se comporta la gente. Por ejemplo, tanto hombres como mujeres tienen más probabilidades de participar en actividades sexuales después de ver contenido sexualmente excitante.

El autor de este nuevo estudio, Julian Wiemer, y sus colegas querían explorar los efectos de diversos estímulos emocionales sobre la inhibición o desinhibición del comportamiento humano. Supusieron que los estímulos sexuales probablemente aumentarían la actividad y reducirían las inhibiciones, mientras que los estímulos negativos tendrían el efecto opuesto, lo que resultaría en una mayor inhibición.

Para su experimento, los investigadores utilizaron 48 imágenes diseñadas para provocar respuestas emocionales. Estas imágenes se clasificaron en cuatro grupos: neutrales, sexuales, positivas y negativas. Las imágenes clasificadas como negativas mostraban a personas enfermas o heridas. La categoría positiva incluía imágenes de personas alegres involucradas en actividades altamente excitantes, como andar en trineo en la nieve, montar en carruseles o celebrar en eventos deportivos. Las imágenes sexuales eran de carácter pornográfico y mostraban a un hombre y una mujer en pleno acto sexual con todo el cuerpo visible. Las imágenes neutrales mostraban a individuos involucrados en actividades de baja excitación, como jugar ajedrez, leer, trabajar en una oficina o caminar.

Los resultados indicaron que los participantes incurrieron en conductas más impulsivas cuando había imágenes sexuales presentes, en comparación con imágenes neutrales y negativas. Esta tendencia fue significativamente más fuerte en los hombres que en las mujeres.

«Los hallazgos de una mayor impulsividad en presencia de estímulos sexuales concuerdan con una mayor motivación de aproximación y/o una capacidad inhibidora reducida en los hombres», concluyeron los autores del estudio. El estudio hace una contribución importante a la comprensión científica de los vínculos entre las emociones y el comportamiento.

.

El sexo frecuente es bueno para personas hipertensas

La actividad sexual regular puede contribuir a mejorar la salud y una vida más larga para los pacientes de mediana edad con hipertensión.

La actividad sexual regular puede contribuir a mejorar la salud y una vida más larga para los pacientes de mediana edad con hipertensión, según un estudio reciente publicado en el Journal of Sexual Medicine y llevado a cabo por Jiahua Liang. Los investigadores descubrieron que las personas con presión arterial alta que practican actividades sexuales con mayor frecuencia tienden a tener un menor riesgo de mortalidad por todas las causas.

La hipertensión, o presión arterial alta, es un problema de salud mundial asociado con diversas complicaciones cardiovasculares y cerebrovasculares. Controlar esta afección es crucial, ya que a menudo no presenta síntomas evidentes, por lo que también se le conoce como el «asesino silencioso». Estudios anteriores han demostrado que la actividad sexual puede influir en la salud general, incluida la salud cardiovascular, pero el vínculo entre la frecuencia sexual y la supervivencia en personas hipertensas seguía sin estar claro.

Los investigadores se sintieron motivados a realizar este estudio porque reconocieron el importante impacto de la hipertensión en la salud pública y el papel potencial de la actividad sexual en la mejora de los resultados de salud. Comprender esta relación podría proporcionar información valiosa tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes.

La pareja sexual, la calidad de la vida sexual, la frecuencia sexual y el interés sexual se asocian positivamente con la salud. La hipertensión es un importante problema de salud pública en todo el mundo. Sin embargo, la relación entre la frecuencia sexual y la mortalidad por todas las causas en pacientes hipertensos aún no está clara.

Este estudio analizó datos de una gran encuesta llamada Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición, realizada en los Estados Unidos entre 2005 y 2014. En la investigación participaron más de 4,500 participantes de 20 años o más a los que se les había diagnosticado hipertensión. Los hallazgos del estudio revelaron una conexión notable entre la frecuencia sexual y la mortalidad por todas las causas en pacientes hipertensos. Las personas que practicaban actividad sexual entre 12 y 51 veces al año, o más de 51 veces al año, tenían un riesgo significativamente menor de mortalidad por todas las causas en comparación con aquellas que tenían actividad sexual menos de 12 veces al año. «Una mayor frecuencia de actividad sexual puede tener efectos protectores sobre la salud general y la calidad de vida en pacientes hipertensos, y este hallazgo tiene una importancia clínica significativa para pacientes jóvenes y de mediana edad con hipertensión», dijo Liang.

Estos hallazgos sugieren que mantener una vida sexual activa podría ser un aspecto beneficioso de un estilo de vida saludable para las personas con hipertensión.