El carácter sanador del perdón en las relaciones

En toda relación de pareja se comenten errores y el perdón se hace necesario para que el vínculo se mantenga fuerte. El perdón puede ocurrir aunque quien cometió la falta no lo haya pedido. Perdonar representa un proceso de liberación personal. Sin embargo, ninguna persona está obligada a hacerlo. En un escenario ideal, quién erró pedirá perdón como señal de arrepentimiento genuino y de reconocimiento de responsabilidad personal. Por lo tanto, en las relaciones de pareja, tanto el pedir perdón como el perdonar se convierten en procesos que se alternan entre cónyuges. Los involucrados en una relación cometen errores continuamente. Así las cosas, debe evitarse asumir el papel de víctima y reconocer cuando se ha fallado.

En toda relación de pareja se comenten errores y el perdón se hace necesario para que el vínculo se mantenga fuerte.

El pedir perdón tampoco debe convertirse en un ritual que se lleve a cabo únicamente con el único fin de lograr una reconciliación o terminar una discusión. Hay quienes incurren reiteradamente en las mismas faltas a sabiendas del daño que causarán y con el convencimiento de que al disculparse resolverán la situación. Es necesario tener presente que esta práctica va a ir creando fisuras que causarán que tu pareja se canse de perdonarte continuamente por las mismas situaciones y la relación terminará por disolverse.

Pedir perdón no es señal de debilidad. Todo lo contrario. Es señal de fortaleza, es señal de integridad, es señal de rectitud. Además, envía un mensaje fuerte del compromiso que se tiene con la relación.

El proceso de pedir perdón debe ser oportuno. O sea, mientras más lejano del acto se produce menos efectividad tendrá. Asimismo, debe escogerse el lugar, lenguaje y momento adecuados. Un lenguaje sarcástico, agresivo o de burla provocará un efecto contrario al que se busca. Trata de no abordar el tema si tu pareja está ocupada, conduciendo o en medio de una actividad. Pretender tener sexo mientras le pides perdón por una ofensa podría ser contraproducente, sobre todo con las mujeres. Es recomendable escoger un lugar privado y libre de distracciones que se preste para la conversación. No se puede olvidar que el haber recibido el perdón solicitado no conlleva necesariamente la desaparición del enojo en la persona afectada. Perdón no implica necesariamente olvido. Perdonar es muchas veces pasar la página y dejar el evento atrás.  Es esencial proveer el espacio para que, en sus propios términos, la persona herida procese el evento y sane.

Perdón no implica necesariamente olvido.

Entonces, cuida que al momento de pedir perdón tu lenguaje verbal y no verbal reflejen sinceridad, arrepentimiento sincero y deseo de hacer algo para reparar el daño causado. Asegúrate de emplear la palabra “perdón” durante tu argumento. Asegúrate de expresar tu reconocimiento de qué fue lo que hiciste mal. Asegúrate de realizar una oferta de reparación, o sea, sugerir o pedir alternativas sobre lo que puedes hacer o no hacer para reparar el daño causado.

Saber pedir perdón y saber perdonar son dos de los pilares más importantes en una relación.

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Sobre las relaciones de pareja

Una relación de pareja le provee a las personas satisfacción y estabilidad, y puede ayudar a cada cónyuge a alcanzar y desarrollar su propio potencial. La vida en pareja ofrece comodidad cuando las cosas fuera de la relación no marchan bien. Las relaciones son una gran fuente de realización personal, gratificación emocional y apoyo.

Las relaciones son una gran fuente de realización personal, gratificación emocional y apoyo.

Muchas parejas incurren en error al pensar que una relación de amor no debería dar trabajo. Sin embargo, al preguntarle a varias parejas felizmente unidas cuál es el secreto para mantener la chispa en su relación, admiten que requiere mucho trabajo y compromiso. Es sensato entonces concluir que caminar hacia una relación saludable es una de las tareas más gratificantes y de más reto en todas las parejas.

Las relaciones no son perfectas. Cada persona trae sus propias ideas, valores, opiniones y rasgos de personalidad a las mismas, y no siempre estas características parean con las de la pareja. Sin embargo, no por ello las relaciones entrarán en crisis y fracasarán. Al contrario, las diferencias podrían ser complementarias. La clave radica en respetar, entender y aceptar los puntos de vista y culturas divergentes.

Las relaciones de pareja sí pueden ser duraderas y sí pueden ser relaciones felices.

Cuando las percepciones se ven nubladas por la atracción física, la ilusión de una relación y el deseo sexual, algunas personas pueden pasar por alto aspectos importantes de la persona que han escogido como pareja. Deficiencias en la relación pueden crear tensión, tristeza, preocupación, miedo y problemas de salud. Una mala relación puede también crear problemas en el trabajo y afectar a otros miembros de la familia, incluso podría afectar las relaciones interpersonales en general.

No obstante ello, las relaciones de pareja sí pueden ser duraderas y sí pueden ser relaciones felices.

El incorporar las terapias psicológicas de parejas antes de que lo único que sostenga la relación sean las pertenencias materiales o los hijos e hijas que se hayan tenido, podría ser una buena alternativa. Algunas parejas posponen la terapia hasta que su relación está en un punto de rompimiento o hasta el momento en que ésta está en una verdadera crisis, en la esperanza poder salvarla. Se recomienda la terapia en la etapa de adaptación a la relación o cuando los conflictos están en su inicio, o, incluso, cuando la relación corre sin aparente dificultad. La terapia de parejas puede ser de valor aún cuando la relación esté en crisis, pero tomará más tiempo, recursos y esfuerzo lograr resultados positivos.

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