La ruptura traumática

 

Estoy pasando por una ruptura traumática. Sólo quería saber cómo puedo seguir adelante a pesar de este momento tan difícil.

Respuesta del Psicólogo

Una de las verdades incómodas sobre las relaciones es que en algún momento podrían llegar a su fin, a veces por nuestra propia elección y otras por formas totalmente fuera de nuestro control. De todos modos, la pérdida de alguien a quien amamos, la pérdida de sueños forjados durante toda una vida, la pérdida de planes y proyectos conjuntos, puede causar un trauma a menos que podamos encontrar formas de sobrellevar la situación y eventualmente recuperarnos.

Una de las formas de limitar la cantidad de trauma que experimentamos es comenzar a escuchar realmente la conversación que tenemos con nosotros mismos después de una ruptura o un divorcio. Necesitamos escuchar lo que nos decimos a nosotros mismos sobre la pérdida. Necesitamos escuchar lo que nos decimos referente a nuestras fortalezas y sobre nuestro autoconcepto. Estas son algunas de las conversaciones comunes que he encontrado que mis clientes tienen consigo mismos en momentos como estos y que comúnmente resultan después de una ruptura.

¡No puedo vivir sin él! Tengo que tenerlo en mi vida

Este es uno de los pensamientos más comunes que tenemos inmediatamente después de una ruptura y que nos provocan sentimientos de desesperación y pánico. Aquellos a quienes amamos se convierten en partes muy importantes de nuestras vidas. Pero debemos recordar que no importa cuán cerca estuviera esa persona de usted, hubo un momento en su vida en el que esa persona no estaba presente. Hubo vida antes de que los conocieras. Sobreviviste sin ellos el tiempo suficiente para finalmente conocerlos. Es importante que la conversación contigo misma involucre que te digas a ti misma que puedes estar bien sin él. Hay significado para tu vida fuera de tu relación, tal vez simplemente lo perdiste de vista en el camino. Piénsalo.

Haré lo que sea necesario para recuperarla

He oído esto muchas veces en mi carrera. Es un pensamiento muy común en los hombres. El miedo a estar solos o la necesidad de evitar la pérdida que estamos experimentando pueden ser suficientes para hacernos caer en ansiedad y desesperación. La verdad absoluta es que no podemos recuperarnos de la pérdida de una relación hasta que aceptemos que la pérdida ha ocurrido. Permitirse aceptar la verdad sobre lo sucedido puede ser una de las cosas más difíciles de hacer. Puedes permanecer en la negación, negociar, pedir perdón y prometer que las cosas serán diferentes, pero hasta que no aceptes la realidad de la situación, no podrás empezar a recuperarte.

¿Volveré a encontrar a otra persona?  

Ser abandonado o perder una relación puede provocar fácilmente sentimientos de duda y culpa, y puede afectar severamente la sensación de valía propia. Podemos convencernos fácilmente de que un rechazo conducirá a otro y a otro y finalmente al resultado final de estar solos por el resto de la eternidad. La verdad es que ser rechazado duele. Es tentador llegar a la conclusión, en esa conversación contigo mismo, de que algo anda mal contigo. Casi todas las rupturas que he visto han sido el resultado de una responsabilidad compartida. Con esto quiero decir que rara vez es culpa o error de una sola persona. Estar en una relación significa que ambas personas deben proporcionar un entorno saludable para que exista la relación. Si una o ambas personas no pueden hacer esto, es poco probable que la relación sobreviva. Tu conversación contigo mismo debe considerar tu cuota de responsabilidad, pero definitivamente también reconocer la del otro.

No puedo estar solo 

El miedo a la soledad es generalizado en la sociedad. En mi práctica profesional, he encontrado esta situación más aguda en el caso de las mujeres. Iniciar una nueva relación inmediatamente después de una ruptura devastadora suele ser una mala respuesta a cómo te sientes. A menudo hacemos esto para evitar esos sentimientos de soledad. Pensamos que si podemos preocuparnos por un nuevo interés amoroso, éste nos rescatará de sentimientos difíciles. La verdad aquí es que ahora estás lidiando con el estrés de una nueva relación y llorando la anterior al mismo tiempo. Eso realmente puede arruinar lo que en realidad podría haber sido la relación adecuada. Necesitamos tiempo para lamentar nuestras pérdidas. Necesitamos tiempo para recuperar las enseñanzas que la experiencia pasada nos dejó. Necesitamos tiempo para estabilizarnos. La cantidad de tiempo de cada persona es diferente. La conversación contigo mismo debe abordar dónde te encuentras emocionalmente en tu recuperación. Considera las siguientes preguntas de reflexión: ¿Sigues pensando en la persona anterior a diario? ¿Aún tienes miedo y te sientes solo? ¿Has crecido lo suficiente como para crear un lugar saludable para que sobreviva la próxima relación?

Cualquiera que esté pasando por una ruptura puede empezar por prestar atención a aquello que se dice a sí mismo. Habla en voz alta si es necesario. Date el espacio y el tiempo para comenzar tu proceso de recuperación. Averigua si existen grupos de apoyo en tu área. Visita a tu psicólogo/a de cabecera.

Qué todo salga bien.

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Por favor, lea nuestro Relevo de Responsabilidad.