La experiencia del cambio en las relaciones

Para muchas de las personas que están en una relación, una de las experiencias más frustrantes resulta del acto de tratar de cambiar a sus parejas o de que sus parejas intenten cambiarlas a ellas. Este tipo de acción le roba a las personas su dignidad e individualidad. Pretender que alguien sienta o actúe de acuerdo con nuestro propio sistema de valores y no con el de él o ella, reduce la relación a una mera manipulación en lugar de amor. La experiencia del cambio es una muy personal y debe surgir de manera orgánica en cada cual y desde el propio reconocimiento y la toma de conciencia de las áreas débiles en la conducta o personalidad que es recomendable que cambien en función de un bien individual o colectivo. Por otro lado, es necesario admitir que para que una relación sobreviva, los cónyuges deben poseer una actitud favorable al cambio y a realizar ajustes, pero no a sacrificar su esencia en favor del deseo o interés de otro/a. El amor debe sacar a flote lo mejor en nosotros/as, pero no cambiar quiénes somos. Los cónyuges deben tener claro que no es su responsabilidad “arreglar” o cambiar a su pareja. La labor de los cónyuges es amarla tal y como es.

Clave del 26 de febrero de 2016

En ocasiones las personas se diluyen dentro de la pareja, pierden su identidad y estima propia, sacrifican sus sueños para darle paso a los sueños del otro; las opiniones de su pareja se convierten en sus propias opiniones; desaparecen como persona con autonomía y decisión propia.   Conoce quién eres y el valor que tienes antes de entrar en una relación.  Respeta la autonomía, dignidad, sueños, visiones, convicciones y opiniones de tu pareja.

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