Curiosidad del 13 de enero de 2017

La mayoría de las parejas estadounidenses heterosexuales todavía al día de hoy cree en la división tradicional de labores domésticas entre esposos y esposas. Esto lo afirma el primer estudio realizado en los Estados Unidos con el fin de examinar las creencias de los estadounidenses referente a la división de tareas domésticas y el cuido de los niños. Este estudio fue realizado por Natasha Quadlin y Long Doan, de Indiana Univeresity. Tres cuartas partes de los encuestados en relaciones heterosexuales respondió que las mujeres deben estar a cargo de cocinar, lavar, limpiar la casa y comprar alimentos. El 90% contestó que los hombres en relaciones heterosexuales deben ser responsables del mantenimiento de los automóviles y las tareas que se relacionen con el exterior de la casa. El 82% respondió que la mujer debe estar a cargo del cuido de los niños. El 62% contestó que la mujer no debe trabajar, sino permanecer en la casa a cargo de estas labores. Quadlin concluye: ‘este estudio provee una mirada al estado de la equidad de género en EEUU. Determinar quién hace qué en el hogar es una negociación compleja que refleja una dinámica de poder subyacente en la pareja. Tenemos políticas públicas que tienen el propósito de asegurar que hombres y mujeres ganen lo mismo en los empleos, pero esas políticas no necesariamente adelantan la equidad de género en el hogar si las personas mantienen actitudes obsoletas. Incluso, aun si las esposas ganan más que los esposos y tienen empleos más demandantes en términos de tiempo, se espera que éstas regresen al hogar a realizar en segundo turno de trabajo, y lleven a cabo las tareas domésticas y el cuido de niños’.

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Curiosidad del 26 de agosto de 2016

Las expectativas culturales de lo que se espera de las personas en una relación de pareja no solamente son malas para las mujeres, sino también lo son para los hombres. Esto lo concluye una investigación realizada por Christin Munsch, Matthew Rogers y Jessica Yorks, de University of Connecticut. Culturalmente, se espera que los hombres sean los que provean el sustento económico en sus familias, lo que tiene repercusiones negativas en su salud psicológica. Lo que este estudio descubrió es que en la medida en que los hombres adquieren más responsabilidades económicas en sus matrimonios, en esa medida experimentan un declive en su bienestar psicológico. Este bienestar psicológico es peor cuando ellos son los únicos proveedores del sustento en el matrimonio.

Ser el sostén de la familia tiene un efecto contrario en las mujeres en lo que respecta al bienestar psicológico. Este estudio encontró que el bienestar psicológico de las mujeres aumenta en la medida en que realizan contribuciones económicas en la familia. En ese sentido, en la medida en que éstas contribuyen menos, su bienestar psicológico declina. Concluyen los investigadores que el bienestar psicológico de los hombres aumenta cuando sus esposas asumen más responsabilidades económicas, así mismo aumenta el de las mujeres cuando adquieren un mayor compromiso económico en la relación.

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