El otro lado de la infidelidad

Las mujeres sufren un mayor impacto emocional y físico luego de una ruptura amorosa producto de una infidelidad debido a que suelen ser más selectivas a la hora de elegir a un compañero, y, por lo tanto, la pérdida de la relación tiende a ser más dolorosa para ellas. Sin embargo, una investigación ha concluido que las mujeres que son víctimas de una infidelidad seguida de una ruptura obtienen ganancias importantes en el largo plazo toda vez que se les enriquece su inteligencia emocional de pareja. El efecto de esto se reflejará en la habilidad de éstas para elegir mejores parejas en el futuro. Este estudio, que contó con 5,705 participantes en 96 países, fue realizado por Craig Morris, de Binghamton University, y publicado en la revista Science Daily. Según el autor, la mujer que pierde a su pareja a raíz de una infidelidad pasará por un período de dolor, pero saldrá de esa experiencia con una inteligencia de pareja superior a la que tenía, lo que en el futuro le permitirá detectar mejor las señales que indican que un posible compañero no es el adecuado. El autor también señala que la mujer con la que el hombre le fue infiel es la que más pierde ya que se queda en muchos de los casos con una persona que posee un historial demostrado de engaño e infidelidad.

Infidelidad emocional vs. Infidelidad sexual

La revista Archives of Sexual Behavior publicó un estudio en el que participaron 63,894 personas entre las edades de 18 y 65 años. Esta investigación, realizada por la Universidad de Chapman, reveló que a los hombres heterosexuales les molesta más la infidelidad sexual (un 54% en hombres vs. un 35% en mujeres), mientras que a las mujeres heterosexuales les molesta más la infidelidad emocional (un 65% en las mujeres vs. un 46% en los hombres). No hubo diferencias significativas en los resultados cuando se trata de personas homosexuales o bisexuales. David Frederick, autor de este estudio, concluye que factores como nivel de ingresos, historial de infidelidades, hijos, tipo de relación o tiempo de la relación, no estuvieron relacionados con la mayor o menor inclinación hacia la molestia por una u otra infidelidad. No obstante, los participantes más jóvenes representaron el porcentaje más alto de enfado o molestia ante la infidelidad sexual que los participantes de mayor edad.