El “coaching” vs. terapia de parejas

 

Cada vez más personas recurren a la terapia psicológica como una forma de cuidar la salud emocional y mental.  El mayor acceso a los servicios de terapia psicológica que se vive hoy día está ayudando a reducir el estigma que solía existir hacia las personas que solicitaban este tipo de asistencia.

La terapia de pareja es una modalidad terapéutica que se centra en mejorar las relaciones románticas. Al igual que la terapia individual, existen muchas ideologías y escuelas de pensamiento diferentes sobre cómo abordar los problemas de relación, pero el objetivo final de la terapia de pareja es siempre el mismo: mejorar la relación romántica y fomentar una mayor cercanía emocional en la pareja. Sin embargo, la terapia de pareja a menudo conlleva más estigma  que la terapia individual. En el pasado –e incluso hoy en día– a las parejas les preocupa que acudir a un psicólogo significaría admitir la derrota o incluso el fracaso en una relación. Pero esto no podría estar más lejos de la verdad. Ir a terapia es una inversión en su relación que demuestra que no va a claudicar cuando las cosas se pongan difíciles.

La terapia de pareja requiere que usted y su pareja busquen un psicólogo o terapeuta licenciado cercano y se reúnan con él periódicamente. No existe una receta general sobre cuánto tiempo les tomará a usted y a su pareja resolver sus problemas como pareja, por lo que la terapia podría durar algunas semanas, meses o incluso años. La terapia de pareja puede ser costosa para la mayoría de las personas, y no hay forma de evitarlo. A menudo, el seguro médico no cubre estos servicios y puede suponer un costo importante para muchos presupuestos.

Por otro lado, el «coaching» de relaciones se centra en soluciones inmediatas en lugar de diagnosticar y buscar la raíz de los problemas, señalando que a veces las parejas sólo necesitan soluciones inmediatas y no una comprensión completa de por qué surgieron estos conflictos. El «coaching» de relaciones no se considera «servicio de salud mental», por lo que no es necesario que un «coach» de relaciones tenga una licencia para practicar la psicoterapia. Si bien la terapia de pareja tiene sus raíces en la psicología, el «coaching» de relaciones se basa en modelos de crecimiento personal y «coaching» para el éxito. El «coaching» ayuda a alinearlo a usted y a su pareja como un equipo que trabaja hacia un objetivo. El «coaching» de relaciones puede realizarse con un terapeuta tradicional, pero a menudo es alguien que ha pasado por una formación de «coach» de relaciones en lugar de una formación en psicología. La terapia de pareja a menudo se basa en un enfoque más orientado a objetivos a largo plazo. El «coaching» de relaciones elimina algunas de las barreras de la terapia tradicional, ya que normalmente es más barato y conlleva menos tiempo. A pesar de ello, no es la solución para las parejas que tienen problemas profundos en su relación que necesitan ser evaluados y analizados para que la relación mejore.

Al final, la mayor diferencia entre el «coaching» de relaciones y la terapia de pareja es que un «coach» de relaciones se centraría únicamente en ayudarle a mejorar su relación y alcanzar sus objetivos inmediatos; los «coach» de relaciones no practican desde una perspectiva de salud mental.

 

 

Violencia doméstica

 

La terapia de pareja no procede en casos de violencia doméstica. No resolverá el problema y, de hecho, es probable que lo exacerbe y ponga a la víctima en peligro inminente.

En general, se piensa que la terapia de pareja está «contraindicada» en relaciones abusivas. El abuso es a menudo un patrón de cómo alguien responde a una variedad de personas y situaciones. Por ejemplo, alguien que abusa en casa no necesariamente suele ser también abusivo en el trabajo o con amigos. Si bien a veces es posible lograr avances con los abusadores en el tratamiento psicológico y hacer que apliquen ese crecimiento a las relaciones externas, el riesgo para la pareja generalmente se considera demasiado grande.

En terapia de parejas se le pide a los cónyuges que confíen el uno en el otro y se vuelvan vulnerables el uno al otro. Las personas abusivas pueden aprovecharse de la vulnerabilidad de su pareja, ya sea durante las sesiones de terapia o después. Las parejas abusivas a menudo no están preparadas para afrontar el crecimiento personal que se requiere en la terapia de pareja.

En cambio, es mejor que los abusadores busquen terapia individual para su problema de manejo del coraje o su comportamiento controlador, mientras que las víctimas de abuso prioricen su seguridad y la de su familia desasociándose de ese entorno. Esto podría incluir la separación e incluso la protección contra el abusador, así como terapia de apoyo, la terapia psicológica para la concienciación de las propias elecciones y comportamientos en las relaciones y tal vez terapia psicológica en traumas. Existen especialistas en todas estas áreas.

La motivación para el cambio es clave para que el abusador acepte ayuda. Quizás notes que no todos los abusadores o tipos de abuso son equivalentes. Es común en algunas relaciones que los miembros de la pareja se abusen mutuamente, verbal, emocional o, incluso, físicamente. Si no está seguro de su caso, busque orientación y ayuda. Varias organizaciones gubernamentales y sin fines de lucro ofrecen servicios gratuitos en estos casos. Si le preocupa cómo reaccionaría su pareja ante esto, es una señal de que su situación puede ser más grave y es importante que obtenga ayuda y apoyo profesional de manera confidencial y urgente.