Por: Anónimo

Es fácil mirar a las personas y hacer juicios rápidos sobre ellas, su presente y su pasado, pero te sorprendería el dolor y las lágrimas que una sonrisa puede ocultar. Lo que una persona le muestra al mundo es sólo una pequeña porción del témpano que se oculta a la vista. Y más frecuentemente de lo que pensamos, está marcada con grietas y cicatrices que se extienden hasta los cimientos de su alma. Nunca juzgues, aprende a respetar y reconocer los sentimientos del otro.

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Por: Ruth Bader Ginsburg

En todo buen matrimonio, a veces ayuda ser un poco sordo.  He seguido ese consejo asíduamente, no solamente en casa a través de 56 años de una relación marital sin igual.  Lo he empleado también en cada lugar donde he trabajado, incluyendo la Corte Suprema.  Cuando palabras desconsideradas o desagradables son dichas, es mejor desconectarse.  Reaccionar con coraje o molestia no avanzará nuestra habilidad de persuadir.

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La relación en un pedestal

Todas las relaciones batallan con los conflictos del diario vivir.  Muchas veces esto entra en contradicción con la imagen que se muestra en los medios de comunicación sobre lo que supuestamente debería ser una buena relación.   Con frecuencia, las parejas se ven presionadas a mostrar frente a los demás un modelo de relación perfecta.   Lo cierto es que la relación perfecta es aquella donde los cónyuges aprenden a lidiar saludablemente con las debilidades mutuas y propician las condiciones para que su vínculo se fortalezca día a día.  Así es que no pongas tu relación en un pedestal.  No la idealices ni te niegues a verla tal cual es.  No pretendas proyectar una imagen de la relación que no es real.  Sólo de esta forma podrás tomar las medidas necesarias para manejar las imperfecciones exitosamente y salir adelante.

 

Curiosidad del 6 de enero de 2017

Una investigación realizada utilizando la técnica de ‘escaneo’ cerebral reveló que existen entre las personas serios prejuicios y disgusto hacia las parejas interraciales. Otro estudio realizado en el 2012 por el Pew Research Center encontró que los matrimonios interraciales se duplicaron entre el 1980 y el 2010. Este último también arrojó que sólo el 11% de las personas desaprueba este tipo de relaciones. Sin embargo, una nueva investigación adjudicada a University of Wanshington, conducida por Caitlin Hudac y publicada en el Journal of Experimental Social Psychology, la cual utilizó la técnica de ‘escaneo’ cerebral, concluyó que la aparente aceptación de las relaciones interraciales encierra un profundo sentimiento de incomodidad y disgusto entre las personas, lo que las lleva a deshumanizar a quienes están en este tipo de relación. Hudac concluye: ‘Muchas personas todavía no se sienten cómodas con las relaciones interraciales, o por lo menos, no están tan cómodas como aparentan. Reconocer este tipo de prejuicio es el primer paso para luego determinar qué se puede hacer al respecto’.

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El nuevo año y las metas en la relación

Un nuevo año ha llegado y para muchas parejas representa el inicio de un nuevo ciclo o de una nueva etapa en sus vidas. En ocasiones, este momento es el que muchas personas escogen para replantearse la relación. Replantearse la relación podría indicar el reconocimiento de las fortalezas y/o retos que tiene la misma, al tiempo que se analiza si ésta se encuentra en un punto de quiebre o, por el contrario, de crecimiento.

Conocemos el valor de establecer metas y trabajar duro para alcanzarlas.

El nuevo año podría representar el momento oportuno para establecer metas en lo personal, en la relación, en la familia, en las finanzas o en el empleo. Concentrémonos de momento en lo que respecta a metas para la relación de pareja. Conocemos el valor de establecer metas y trabajar duro para alcanzarlas. Lo hacemos constantemente en lo que se refiere a metas profesionales, metas relacionadas con la salud o metas que se relacionan con alcanzar algo que se considera importante, pero rara vez incluimos esfuerzos que se relacionen con el fortalecimiento del vínculo marital. Entonces ¿por qué no tomar este momento para incluir este asunto entre las resoluciones del nuevo año?

Establecer metas para la relación es un proceso que se lleva a cabo en conjunto. ¿Por qué? Al proveerle a tu pareja el espacio para que se exprese como es y para que exponga sus sueños y aspiraciones, aumentará el entendimiento mutuo y mejorará el proceso de comunicación. También, habrán menos malos entendidos, resentimientos y conflictos debido a que cada persona se sentirá escuchada y verá sus necesidades validadas. En este sentido, ambos cónyuges necesitan trabajar como equipo y con sentido de propósito. Cuando obramos con sentido de propósito en un contexto de pareja, tenemos claro lo que queremos y las razones por las cuales estamos en la relación, además de actuar de manera que nuestras acciones mejoren la vida de la otra persona.

Ambos cónyuges necesitan trabajar como equipo y con sentido de propósito.

La mayoría de las parejas están de acuerdo en que lograr una relación feliz y enriquecedora es el objetivo final, pero para llegar ahí es necesario trabajar para ello estableciendo metas a corto plazo. Una de las primeras metas que los cónyuges podrían considerar es determinar qué cosas podrían hacer diariamente en favor de la relación. Los cónyuges pueden involucrarse en un proceso reflexivo acerca de la forma en que están amando a su pareja y qué áreas necesitan mejorar.

Retomemos, por ejemplo, el concepto del trabajo en equipo. Las personas que conforman un equipo conocen que sus acciones individuales afectan al equipo completo. Es lo mismo en las relaciones de pareja. Quienes componen un buen equipo se apoyan mutuamente, confían unos en otros, se comunican adecuadamente y fomentan el compromiso.  Incorporar el concepto del trabajo en equipo en la relación podría ser otro de tus objetivos para este año. No olvides realizar un plan acerca de cómo lograrlo.

Los cónyuges pueden involucrarse en un proceso reflexivo acerca de la forma en que están amando a su pareja.

Ya hemos hablado del apoyo mutuo y del trabajo en equipo como metas que podrías establecer en tu relación. Pero ¿qué tal establecer la meta de hacer una cita romántica una vez a la semana o, tal vez, hacer aquello que siempre han querido hacer y que no han podido? Tal vez, se pueden proponer ahorrar algo de dinero para tomar unas vacaciones a solas y que tenga sólo en propósito de disfrutarse mutuamente, o ingresar en algún programa terapéutico del que tanto han hablado.

No importa las metas que se establezcan, recuerda ser flexible, realizar un plan y evaluarlo periódicamente con el fin de determinar si necesita ser ajustado o rediseñado. Siempre ten presente que tu relación vale la pena. ¡Comienza a vivirla de forma auténtica! Planifica tu vida en pareja. Establece metas. ¡Una relación feliz y gratificante es posible!