Excitación

El aburrimiento puede dañar seriamente la relación. El aumentar las experiencias positivas sirve como antídoto a los conflictos que puedan surgir en la misma. La excitación, la diversión y las emociones fuertes promueven la satisfacción en la relación en el largo plazo. Por el contrario, el aburrimiento reduce la satisfacción y provoca distanciamiento en los cónyuges. Con frecuencia notamos que cuando las relaciones están en problemas, los cónyuges focalizan más el reducir los conflictos que en aumentar las experiencias placenteras y excitantes. Como mencionamos antes, estas última sirven de antídoto a los primeros. Las parejas que realizan actividades excitantes juntas reavivan la pasión. Así que sal a bailar con tu pareja con regularidad, tomen clases juntos/as de algo que les interese, escalen una montaña, tengan sexo en un lugar arriesgado, viajen a lugares remotos y rústicos, acampen, corran un maratón, entre muchas otras cosas.

 

Demostrar compasión hacia la pareja tiene sus recompensas

¿Qué importancia tienen actos como cambiar planes personales para complacer a la pareja, o hacer algo que le haga sentir valiosa, o expresarle ternura y gratitud?  Pues Harry Reis, profesor de piscología de University of Rochester, diseñó y dirigió una investigación que fue publicada en la revista Emotion, y que pretendía probar la hipótesis del Dalai Lama referente a que la expresión de compasión hacia otras personas amplifica o mejora el estado afectivo personal. Para realizar este estudio los investigadores utilizaron una muestra de 175 parejas norteamericanas recién casadas.  Antes del estudio, los investigadores predijeron que el donador (persona que realiza una acción compasiva) experimentaría un impacto positivo en su bienestar emocional cuando su pareja le reconociera la acción realizada. También anticiparon que el recipiente (persona que recibe una acción compasiva) se beneficiaría emocionalmente cuando el acto haya sido mutuamente reconocido como uno compasivo, en oposición a cuando uno de los cónyuges percibe la acción como una que no fue deliberadamente hecha por compasión. Sin embargo, aunque estas predicciones se confirmaron, también los investigadores encontraron algo más: los donadores también se benefician de realizar actos compasivos incluso aunque el recipiente no los note explícitamente, y en estos casos, los beneficios para los donadores eran un 45 porciento mayor que para el recipiente.