El significado de la relación perfecta

Cuando las cosas no marchan bien en la relación, un pensamiento frecuente es «Probablemente, estaría mejor con otra persona».    Todas la relaciones atravesarán momentos difíciles o de muchos retos en algún momento.  Salir airosos de estas experiencias de crecimiento fortalezará la relación y a los cónyuges en su carácter individual.  Después de todo una «relación perfecta» se trata sólo de dos «personas imperfectas» que rehúsan darse por vencidas.  Cuando hay dificultades, buscar una estrategia de salida o fantasear con cómo sería la vida con otra persona sólo te robará tiempo, te quitará energía y, al final, tal vez sea un recurso para evadir mirar dentro de nosotros/as mismos/as y descubrir que el problema podría estar justo allí.

La pareja como unidad y el proceso terapéutico

Ninguna terapia psicológica resuelve los conflictos por ti.  La resolución de conflictos proviene de la pareja como unidad.  En terapia te ayudamos y te brindamos destrezas y herramientas que te ayudarán en la consecución de tus metas terapéuticas.

Relación con el proceso terapéutico

  • La terapia de pareja invita a ver la relación como una unidad, ayudando a pasar de la lógica de “yo contra ti” a “nosotros frente al problema”.
  • El terapeuta promueve que ambos miembros identifiquen metas compartidas, reforzando la idea de proyecto en común y no solo de dos historias individuales.
  • A través del trabajo conjunto, la pareja aprende a tomar decisiones considerando el impacto en el “nosotros”, lo cual fortalece el sentido de equipo.
  • La terapia ayuda a reconocer y valorar las fortalezas del vínculo (apoyo mutuo, historia compartida, logros en conjunto), consolidando la identidad como pareja.
  • Al trabajar los conflictos desde una perspectiva sistémica, se comprende cómo las acciones de cada uno afectan al otro y al sistema relacional, reforzando la responsabilidad compartida.
  • La construcción de acuerdos, rituales y normas propias de la relación alimenta la sensación de pertenencia a una unidad única y diferenciada de las familias de origen.
  • La terapia ofrece un lenguaje común para hablar de la relación (“nosotros”, “nuestro vínculo”, “nuestra manera de cuidarnos”), consolidando simbólicamente la unidad de la pareja.
  • Con el tiempo, el proceso terapéutico puede transformar la vivencia de la pareja, pasando de la coexistencia a una experiencia más consciente de colaboración, interdependencia y cuidado recíproco.