Conceptos erróneos comunes sobre la terapia de pareja

 

Cuando una pareja decide buscar ayuda para su relación, es un paso positivo en la dirección correcta. Aunque la terapia de parejas es beneficiosa, a veces pueden surgir expectativas poco realistas o conceptos errónes.

Algunos conceptos erróneos comunes sobre la terapia de pareja que podrían impedir que una pareja busque terapia son:

1. Se culpa a una persona por la mayoría de los problemas de relación

Es común evitar la terapia por temor a que lo culpen por los problemas de relación. Un terapeuta experimentado adoptará un enfoque de tratamiento justo y equilibrado.

2. Es necesario el tratamiento individual antes de la terapia de pareja

Muchas personas posponen la terapia de parejas porque creen que primero deben ocuparse de sus propios problemas.  Pero eso no es necesariamente así.  Aunque resolver los conflictos personales primero no es una mala idea, con frecuencia las personas experimentan distrés emocional debido a situaciones difíciles que puedan estar enfrentando en su relación de pareja.  O sea, lo que ocurre en una relación impacta el bienestar personal, pero el estado emocional personal también impacta la calidad de la relación.  De hecho, trabajar en los problemas de su relación puede allanar el camino y ayudar a disminuir el estrés y la ansiedad en el plano personal.  Por lo tanto, el tratamiento personal y de pareja de forma concurrente podría ser una alternativa.  Hay casos donde con toda seguridad lo más recomendable es el tratamiento individual primero.  Un psicólogo de parejas calificado le podría ayudar a determinar el curso de acción más conveniente.

3. Hemos tenido estos problemas durante años: el cambio no es realista

No importa cuántos años hayan estado juntos, a veces se desarrollan malos patrones y hábitos de convivencia que pueden ser desaprendidos. El dejar estas situaciones desatendidas puede llevar la relación a evolucionar hacia una disfuncional, lo que significa que la misma se centrará más en discusiones, culpas, miedos, inseguridades y falta de comunicación.

Pero estar en una relación disfuncional no tiene por qué ser desesperanzador. Siempre se puede dar la batalla. La terapia de parejas ayuda con algunos de estos patrones y los redirige hacia interacciones y comportamientos más positivos entre los cónyuges.

 

La información que se comparte con el psicólogo

 

Tenga la seguridad de que usted puede confiarle cualquier cosa a su psicólogo. Sin embargo, depende de usted la información que desee compartir. Lo que comparta o deje de compartir definitivamente tendrá un efecto en el servicio que el psicólogo le estará ofreciendo, ya sea durante el proceso de evaluación, la conceptualización del caso, el diagnóstico o la formulación de un plan de tratamiento.

Existen unos estigmas que las personas podrían tener que les limitan en cuanto al tipo de información que comparten durante un proceso terapéutico. Por ejemplo:

  • Las parejas deberían poder resolver sus conflictos por su cuenta.
  • La terapia de pareja es sólo para parejas al borde del divorcio.
  • La terapia de pareja consiste en decidir quién tiene la razón o quién no.
  • Sólo los «locos» van a terapia.
  • Es importante dar una buena impresión frente al psicólogo.

Trate de ser consciente de estos conceptos erróneos, los cuales podrían ser insidiosos y perjudiciales para su proceso. En lugar de ello, recuerde que la terapia se trata de crecimiento, aprendizaje y autoconciencia. En muchos sentidos, es un regalo que tanto usted como su parejan se hacen.