Clave del 2 de diciembre de 2016

Es relativamente común que padres y madres compartan el cuarto y la cama con los hijos e hijas durante la infancia temprana.  Cerca del 75 porciento de los padres y las madres realizan esta práctica.  Aproximadamente, la mitad de este porcentaje todavía duerme con sus hijos e hijas más allá de los tres meses luego del nacimiento.  Luego de lo seis meses, sólo uno de cada cuatro niños permanece en la habitación con sus padres y madres.  La comunicación adecuada entre los cónyuges es necesaria para que este tipo de arreglo funcione bien en la familia.  Al momento de decidir dónde los infantes deben dormir, los cónyuges deben asegurar que ambos están de acuerdo con esta práctica y comprometerse con que harán lo que tengan que hacer para cultivar y promover la intimidad y relación de pareja de formas alternas.

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Curiosidad del 2 de diciembre de 2016

¿Cómo afecta la depresión a la relación de pareja?  Aproximadamente, el 6.7% de la población estadounidense está afectado por trastornos depresivos, lo que tiende a provocar en quienes los padecen pesimismo, irritabilidad, dolor y agotamiento.  La depresión también afecta los procesos de comunicación y la habilidad para mantener relaciones saludables con las demás personas. Esta conducta es detrimental para las relaciones de pareja, causando inhabilidad para resolver conflictos, falta de cercanía emocional y física, falta de compromiso con la relación y pérdida de oportunidades de vinculación afectiva.  Un estudio publicado en Communication Monographs y llevado a cabo por Leanne K. Knobloch, concluyó que las parejas deprimidas sienten incertidumbre sobre el futuro de la relación y evitan hablar sobre el tema, lo que sirve como catalizador para que se formen barreras en los procesos de comunicación.

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