La sexualidad y el bienestar personal

Las personas tienden a sentir más emociones positivas luego de tener sexo y esto se refleja en sus vidas diarias.

Es importante conocer que tan importante como el desempeño durante la actividad sexual, también lo es el recordar que el sexo es un factor significativo en la sensación de bienestar personal y para cultivar la intimidad con la pareja. Poco se conoce acerca de las razones del porqué el sexo está positivamente correlacionado con el bienestar personal. Lo que sí sabemos es que el sexo está positivamente asociado con el bienestar debido a que promueve las manifestaciones de afecto entre los cónyuges. El sexo no sólo está asociado con la mejoría del estado de ánimo, sino también con la satisfacción a largo plazo en la relación.

Se ha encontrado que la sensación de felicidad está fuertemente relacionada con el bienestar personal. El bienestar psicológico es un concepto multidimensional. Las personas que experimentan una sensación de bienestar personal, poseen una adecuada autoestima, actitudes y sentimientos positivos, ausencia de estados de ánimos y emociones no placenteros, y son capaces de manejar adecuadamente sus niveles de estrés y los pensamientos negativos. El bienestar psicológico se caracteriza por el funcionamiento óptimo en la dimensión social e individual. Es acerca de sentir que la vida transcurre bien. Es la combinación de sentirse bien (física, espiritual y mentalmente) y funcionar efectivamente.

Las personas tienden a sentir más emociones positivas luego de tener sexo y esto se refleja en sus vidas diarias. Esto es debido, en parte, a la sensación de recibir más afecto de la pareja y de expresar lo mismo de manera recíproca al momento de tener sexo, y este efecto tiende a permanecer por varias horas luego de la actividad. Por lo tanto, la calidad del vínculo con la pareja es esencial para entender los beneficios del sexo. La actividad sexual tiene muchos beneficios a largo plazo, entre ellos, las personas sienten más emociones positivas (como el optimismo y la alegría) de forma periódica.

Así que la frecuencia adecuada en el contacto sexual junto con la incorporación de actividades que promuevan la intimidad es esencial para maximizar los efectos de esta práctica en el bienestar personal y de la pareja.

El rol de los hombres en el orgasmo femenino

Los orgasmos en las mujeres deben ser experienciados cuando estos sean deseados y no deben ser considerados como algo que los hombres le ‘dan’ como muestra de su pericia.

Los hombres que tienen sexo con mujeres definitivamente juegan un rol importante en la consecución de un orgasmo por parte de estas últimas. Sin embargo, para muchos hombres, su interés en el orgasmo en las mujeres radica más en el sentirse bien acerca de su masculinidad y sus habilidades amatorias que en el placer de la mujer en sí. Esto podría explicar el porqué muchos hombres se sienten presionados a provocar orgasmos en las mujeres y también podría explicar el porqué muchas mujeres fingen los mismos; estas entienden que sus orgasmos básicamente sirven para alimentar el ego de sus parejas.

Los hombres tienden a sentirse más hombres cuando la mujer con la que están teniendo sexo alcanza el clímax, máxime cuando la mujer posee un historial de pocos o ningún orgasmo con parejas anteriores. Infortunadamente, esto también podría contribuir a la poca receptividad que muestran muchos al “feedback” de las mujeres acerca de cómo mejorar sus destrezas sexuales, toda vez que esto podría representar una amenaza a la autoestima, abonando así a un sentimiento de incompetencia o de falta de masculinidad. Así las cosas, podemos ver que la masculinidad heteronormativa es, por lo tanto, un problema tanto para hombres como para mujeres y necesita ser atendido desde la perspectiva social y personal.

Los orgasmos en las mujeres deben ser experienciados cuando estos sean deseados y no deben ser considerados como algo que los hombres le “dan” como muestra de su pericia. Es claro que ideas culturales acerca de la masculinidad presionan a los hombres para que sientan que deben cumplir con un modelo preestablecido que termina siendo negativo para la sexualidad de la pareja.