Las personas VIH+ y sus posibilidades de transmitir el virus

Las personas que toman medicamentos contra el VIH tienen «casi cero» posibilidades de transmitir el virus a través del sexo una vez que los niveles son bajos.

Un estudio que muestra una revisión de datos de miles de personas en 25 países encontró que las personas que toman medicamentos contra el VIH tienen «un riesgo casi nulo» de propagar el virus a través del sexo una vez que sus niveles son bajos.

Las personas con VIH que toman medicamentos para suprimir el virus no pueden transmitirlo a través del sexo una vez que sus niveles se vuelven indetectables en la sangre, confirmó este estudio. Los investigadores también revelaron algo que nunca se había demostrado definitivamente: incluso aquellos con niveles bajos, pero aún detectables, de VIH tienen «casi cero» posibilidades de transmitir el virus a través del sexo.

«Estos hallazgos son importantes porque indican que es extremadamente raro que las personas que mantienen niveles bajos de VIH lo transmitan a sus parejas sexuales», dijo la autora principal, la Dra. Laura Broyles, especialista en enfermedades infecciosas del Grady Memorial Hospital en Atlanta y directora de programas para el Global Health Impact Group.

El VIH se trata con terapia antirretroviral (TAR), que normalmente implica tomar pastillas diarias. Más recientemente, sin embargo, se aprobó un medicamento inyectable contra el VIH que sólo debe administrarse seis veces al año. En los últimos 15 años, cada vez hay más pruebas que demuestran que, una vez que el TAR reduce la cantidad de VIH en la sangre de una persona por debajo de cierto umbral, ya no puede transmitir el virus a través del sexo. Por debajo de ese nivel, también tienen una menor probabilidad de propagar el virus al compartir equipos de inyección y una menor probabilidad de transmitirlo a sus hijos durante el embarazo o el parto.

«Estos nuevos hallazgos también son significativos ya que indican que el riesgo de transmisión sexual del VIH con cargas virales bajas es casi nulo», dijo la coautora del estudio, la Dra. Lara Vojnov, asesora de diagnóstico del Departamento de VIH y Hepatitis de la Organización Mundial de la Salud. «Esto brinda una poderosa oportunidad para ayudar a desestigmatizar el VIH, promover los beneficios de seguir la terapia antirretroviral y apoyar a las personas que viven con el VIH».

¿Por qué a los hombres les da sueño después del sexo?

Es una pregunta que intriga sobre todo a las mujeres. ¿Por qué los hombres tienen sueño después del sexo? Muchos hombres apenas dejan tiempo para que las sábanas se acomoden antes de dirigirse directamente a la tierra de Morfeo, pero ¿hay alguna razón científica por la cual un género podría estar más predispuesto a dormir inmediatemente después del sexo?

Un estudio realizado por la autora Melinda Wenner Moyer ofrece algunas respuestas.

Para muchas mujeres, la correlación entre el sexo y los ronquidos es uno de esos hechos molestos de la vida: no importa cuándo ocurren los encuentros apasionados, los hombres siempre parecen quedarse dormidos inmediatamente después. Aunque las mujeres a veces sienten sueño después de tener relaciones sexuales, el fenómeno parece más pronunciado en los hombres. ¿Qué es entonces lo que los arrastra hacia la tierra de Morfeo luego del sexo?

En primer lugar, las razones obvias: el acto tiene lugar frecuentemente de noche, en la cama, y es, después de todo, físicamente agotador (a menudo más para el hombre que para la mujer, aunque esto ciertamente podría variar). Entonces, cuando termina el sexo, es natural que un hombre sienta sueño.

En segundo lugar, según la autora, las investigaciones que utilizan tomografías por emisión de positrones han demostrado que para que una persona alcance el orgasmo, el requisito principal es dejar de lado «todo miedo y ansiedad». Hacerlo también tiende a resultar relajante y podría explicar la tendencia a dormir.

Luego está la bioquímica del propio orgasmo. Indica la autora que las investigaciones muestran que durante la eyaculación los hombres liberan un cóctel de sustancias químicas cerebrales que incluyen norepinefrina, serotonina, oxitocina, vasopresina, óxido nítrico y la hormona prolactina. La liberación de prolactina está relacionada con la sensación de satisfacción sexual y también media en el «tiempo de recuperación» del que los hombres son muy conscientes: el tiempo que un hombre debe esperar antes de «tener otra erección». Los estudios también han demostrado que los hombres con deficiencia de prolactina tienen tiempos de recuperación más rápidos.

Los niveles de prolactina son naturalmente más altos durante el sueño y los animales a los que se les inyecta la sustancia química se cansan inmediatamente. Esto sugiere un fuerte vínculo entre la prolactina y el sueño, por lo que es probable que la liberación de la hormona durante el orgasmo haga que los hombres sientan sueño luego de esta actividad. La prolactina también explica por qué los hombres tienen más sueño después del coito que después de la masturbación. Por razones desconocidas, los orgasmos sexuales liberan cuatro veces más prolactina que los orgasmos masturbatorios, según un estudio reciente.

La oxitocina y la vasopresina, otras dos sustancias químicas liberadas durante el orgasmo, también están asociadas con el sueño. Su liberación frecuentemente acompaña a la de melatonina, la principal hormona que regula nuestros relojes biológicos. También se cree que la oxitocina reduce los niveles de estrés, lo que a su vez podría provocar relajación y somnolencia.

Y aunque hay información contradictoria sobre si las mujeres sienten sueño después del sexo, una mujer a menudo se queda dormida con el hombre de todos modos (o lo usa como un momento clave para abrazarse). También es posible que la somnolencia sea sólo un «efecto secundario» asociado con una razón evolutivamente más importante para la liberación de oxitocina y vasopresina. Además de estar asociados con el sueño, ambas sustancias químicas también están íntimamente involucradas en lo que se llama «vínculo de pareja», el apego social que comúnmente comparten las parejas humanas. La liberación de estas sustancias químicas cerebrales durante el orgasmo aumenta los sentimientos de vínculo y confianza entre las parejas sexuales, lo que puede explicar parcialmente el vínculo entre el sexo y el apego emocional. Este vínculo es favorable si la pareja tiene un bebé, ya que la crianza cooperativa maximiza las posibilidades de supervivencia del pequeño.

La conclusión del estudio es la siguiente: existen muchas posibles razones bioquímicas y evolutivas para la somnolencia post-sexual, algunas directas y otras indirectas, pero nadie ha identificado aún las causas exactas. Una cosa, sin embargo, es segura: será mejor que las mujeres se acostumbren, porque no parece que esta conducta vaya a cambiar pronto.

Ahora bien, a quienes les moleste el fenómeno de los ronquidos post-sexo, tengan en cuenta los resultados de una investigación reciente realizada con 10,000 hombres ingleses, la cual reveló que el 48 porciento de los hombres realmente se queda dormido durante el coito, no después.