El atractivo físico en la relación

Debido al estereotipo de que los hombres le dan más énfasis a la belleza física que las mujeres, estos tienden a poner poco esfuerzo en su propio cuidado personal. Sin embargo, estudios realizados han demostrado que las mujeres heterosexuales colocadas en un detector de mentiras, han admitido que el atractivo físico sí es de mucha importancia para ellas. Estas mujeres, al pensar que estaban conectadas a un instrumento que podría determinar si mentían o no, admitieron que al momento de seleccionar una pareja, sí se sentían influenciadas por el atractivo físico de los hombres, y mientras más atractivos los consideraban, más deseables les parecían. Ocurría lo contrario si no estaban conectadas a este tipo de aparato, cuando indicaban que el atractivo físico no les era de mucha importancia al momento de seleccionar una pareja. Ciertamente, las normas sociales tienden a inhibir a las mujeres a admitir la importancia del atractivo físico de los hombres en las relaciones de pareja. Cuando las relaciones alcanzan cierto nivel de comodidad, los cónyuges, sobre todo los hombres, tienden a descuidar la apariencia o la proyección física. A pesar de que el físico no es el único factor en la atracción entre las personas, sí reviste de gran importancia, y se debe tomar en consideración como parte del conjunto de elementos que deben ser cuidados para evitar que la relación se deteriore.

El significado de la relación perfecta

Cuando las cosas no marchan bien en la relación, un pensamiento frecuente es «Probablemente, estaría mejor con otra persona».    Todas la relaciones atravesarán momentos difíciles o de muchos retos en algún momento.  Salir airosos de estas experiencias de crecimiento fortalezará la relación y a los cónyuges en su carácter individual.  Después de todo una «relación perfecta» se trata sólo de dos «personas imperfectas» que rehúsan darse por vencidas.  Cuando hay dificultades, buscar una estrategia de salida o fantasear con cómo sería la vida con otra persona sólo te robará tiempo, te quitará energía y, al final, tal vez sea un recurso para evadir mirar dentro de nosotros/as mismos/as y descubrir que el problema podría estar justo allí.